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La macrobiótica es mucho más que una simple dieta,
es una filosofía y un estilo de vida | |||||||||
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responsable, en las que sus miembros cuidan su alimentación y
respetan el medio ambiente, y en otras que se busca la construcción de un mundo
mejor. Han creado un blog en internet llamado “Aprendiendo Macrobiótica”, donde explican cuestiones
relacionadas con la alimentación y la salud, con muchas secciones como
bibliografía, dónde comprar o comer entre otras, y recetas para toda la familia.
Mati Navas empezó a practicar la macrobiótica hace cerca de cinco años junto a su hija Raquel a la que habían diagnosticado a la edad de 32 años una enfermedad neuromuscular crónica, miastenia gravis generalizada, que estaba deteriorando su calidad de vida. Entonces Raquel empezó un tratamiento con alimentación macrobiótica con una mejoría increíble que supuso un descubrimiento de tal magnitud que les hizo enamorarse de esta filosofía. La macrobiótica les facilitó una comprensión del mundo y de la salud que nunca habían sospechado. Su agradecimiento ha sido el motor de esta iniciativa. P - ¿Qué es la macrobiótica exactamente? | |||||||||
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estación en la que nos encontremos. Las recomendaciones generales de la dieta macrobiótica se ajustan a las que marca la Organización Mundial de la Salud. Por otro lado, no hay alimentos prohibidos, todos se usan con criterio y el sentido común que da la cocina tradicional practicada por cientos de años en las civilizaciones más prósperas. | |||||||||
P - Se dice de la macrobiótica que se evitan
las carnes y los lácteos por lo que puede parecer que no se cubren las
necesidades nutricionales básicas. ¿Qué opinas de esto? R - En la macrobiótica no hay alimentos prohibidos, pero se enseña a comer cada alimento en su medida (pues un exceso de cualquier alimento sano también es perjudicial). En nuestra sociedad se tiene la falsa creencia de que el aporte proteínico necesario para el buen funcionamiento del cuerpo sólo puede ser provisto por las carnes y los lácteos y esto es absolutamente falso. Como todos sabéis el cuerpo toma las proteínas ingeridas (vegetales o animales) y las descompone en un conjunto de aminoácidos para formar posteriormente las proteínas humanas que necesita. Lo importante en la dieta es consumir todos los aminoácidos esenciales en cantidades suficientes para que el cuerpo disponga del material de base que le permita construir todas las proteínas para su buen funcionamiento. La carne proporciona todos los aminoácidos esenciales por eso pueden parecer la mejor fuente alimenticia pero no hay que olvidar que el consumo regular de estos productos lleva aparejados muchos inconvenientes: putrefacciones intestinales, acumulación de ácido úrico, acidificación del medio interno (con la consecuente pérdida de minerales del cuerpo, entre otros el calcio) y sobrecarga para el hígado y los riñones, entre otras. Además el consumo habitual de carne y lácteos está relacionado con enfermedades de exceso que son desgraciadamente cada vez más frecuentes en nuestra sociedad moderna, como el cáncer. Me baso en datos científicos para hacer estas afirmaciones como el mayor estudio epidemiológico realizado en todos los tiempos que han llevado a cabo en las universidades de Cornell y Oxford: “The China Study”, y también a nivel nacional la doctora Olga Cuevas en su libro “El equilibrio a través de la alimentación” clarifica muchos mitos en torno a estas y otras cuestiones.
P - La cocina macrobiótica aconseja comer productos locales, pero algunos de los ingredientes que usa provienen de Oriente, como el miso, la salsa de soja y el tofu ¿No es esto un poco incoherente? R - Esto es algo que en la comunidad macrobiótica se comenta a veces. Lo cierto es que el 97% de la dieta se compone de productos locales, o de un clima similar, condimentos, formas y recetas tradicionales de la región, y en una pequeña parte se utilizan productos cuyo origen es Oriente. La razón por la que se incluyen estos productos es por su valioso aporte en la alimentación, muchos de ellos tienen propiedades muy especiales y medicinales y no hay en nuestra cultura ninguno que pueda suplir sus extraordinarias características. De todas maneras todos estos productos son preparaciones artesanales a base de algunas legumbres y cereales, podríamos decir que no son alimentos de otro continente sino que su elaboración se descubrió en otro continente, y que además ahora se elaboran en nuestro país, lo cual adquiere un matiz muy distinto. Como curiosidad comentaré que las algas, que se consumen a diario en esta cocina, eran consumidas también regularmente por nuestros antepasados en Europa, mas fueron los orientales quienes mantuvieron este hábito hasta hoy en día. Las algas que consumimos hoy son recolectadas en Galicia y por lo tanto también son de nuestro entorno. P - Se habla mucho de la macrobiótica como dieta para la recuperación de la salud. ¿Es la macrobiótica un tratamiento para recuperar la salud o es una dieta que puede practicar cualquier persona? R - La macrobiótica es una dieta que puede practicar cualquier persona en cualquier momento de su vida: desde bebés hasta ancianos. Se ha estudiado que la dieta macrobiótica puede mejorar el estado de salud, o recuperarla completamente, a personas que han perdido su equilibrio natural. Cuando el cuerpo tiene las mejores condiciones de alimentación puede poner en marcha sus recursos extraordinarios para la recuperación y el mantenimiento de la vida. Quiero recalcar también que los tratamientos enfocados a recuperar la salud con la macrobiótica no sustituyen en algún modo a los tratamientos médicos. Son un apoyo a éstos, por eso recomendamos que la persona sea supervisada también por su médico especialista.
Cuando una persona cambia su estilo de alimentación a la macrobiótica las consecuencias se dejan notar de manera bastante rápida. Muchas personas experimentan una mejoría notable en sólo 10 días, y en el caso de enfermedades serias, muchas de ellas dan un giro total en 4-8 meses (que es el equivalente de 1-2 renovaciones de la sangre). En todos los casos, absolutamente todos, la persona experimenta una mejoría en su calidad de vida: aumenta la vitalidad, se equilibran las emociones, aumenta la visión positiva de las cosas, se equilibra el peso y mejora el aspecto físico. Y en el plano más sutil, las personas se vuelven más confiadas, más tranquilas y relajadas, más seguras de sí mismas, ven que aumenta su autocontrol y su fuerza de voluntad y se afinan los sentidos física y metafóricamente hablando, esto es, vemos con más claridad las cosas importantes de la vida y empezamos a desarrollar nuestro potencial para vivir el presente y ser más felices. ¿No merece la pena intentarlo? Lo que pretendo transmitir es que al adoptar un estilo de alimentación natural siempre vamos a ganar. Ya lo decía Hipócrates “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. |
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