Servir implica ayudar a alguien de una forma espontánea, es decir adoptar una actitud permanente de colaboración hacia los demás. Una persona servicial supone que traslada esta actitud a todos los ámbitos de su vida: en su trabajo, con su familia, ayudando a otras personas en la calle, cosas que aparecen como insignificantes, pero que van haciendo la vida más ligera y reconfortante. Es posible que recordemos la experiencia de algún desconocido que apareció justo cuando necesitábamos ayuda, que Tenemos que sentir una gran cantidad de ocupación e interés si queremos ayudar a alguien. No es cuánto sabemos lo que crea cambios milagrosos, sino cuánto nos importa.
luego después de ayudarnos, se perdió y no supimos nada más.
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