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PIDE Y SE TE DARA

Publicado por Guía Sanadora domingo, 24 de julio de 2011 0 comentarios
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COMER CON SABIDURIA...

Publicado por Guía Sanadora jueves, 21 de julio de 2011 1 comentarios

COMER CON SABIDURIA...

Al dejar de rotular los alimentos como "buenos" o "malos" y simplemente observar sus efectos en nosotros, podemos elaborar una dieta adecuada a nuestras necesidades particulares.

Buen alimento, mal alimento

Consciente o inconsciente muchos de nosotros tenemos una lista de alimentos buenos y alimentos malos. Son buenos los que creemos saludables y, de alguna manera, nos hace bien el comerlos. Son malos los que creemos dañan el cuerpo y nos ocasionan males al ingerirlos.

No existe algo como buen o mal alimento. No digo que las distintas comidas no tengan efectos positivos o negativos sobre la salud. Sino que no hay alimentos moralmente buenos o moralmente corruptos. Por ejemplo: cuando la gente dice que el azúcar es mala, a menudo existe un juicio oculto de que el azúcar, en sí misma, es el mal: en determinados y excesos, puede tener afectos negativos sobre la salud. Tampoco conozco alimento alguno que venga del Buen Ama de Casa con sello aprobatorio del Señor y sus Legiones Angelicales. El alimento no es ni el bien ni el mal. Es neutral.

Este es un punto sutil, pero el más importante, porque cada vez que rotulemos un alimento como malo, inmediatamente comenzamos a temerle, a pensar en él, pelear, en ocasiones anhelarlo y, en muchos casos, calificar de mala perosna a quien lo ingiera. Por ejemplo, si decimos que el chocolate es malo, esablecemos la dinámica interna de tener que evitarlo y protegernos contra él. Cuanto más lo consideremos prohibido más lo desearemos. Por lo menos la mitad de nuestro deseo se debe al temor al chocolate. Si dejamos de lado el temor y nuestra creencia de que el chocolate representa al mal, el deseo será significativamente reducido y, en algunos casos eliminando. Como vemos algunos alimentos como malos, consideramos malo nuestro deseo por ellos y nos vemos malos por anhelarlos, nos castigamos con la culpa o nos privamos de lo ansiado durante meses.

Moralizar afecta al organismo

Las implicantes de ver la comida como moralmente buena o mala va mucho más lejos, porque cuando categorizamos de tal modo, instantaneamente, suprimimos el flujo natural de información biológica. Terminamos con todos los ricos y complejos mensajes con que de otro modo el cuerpo nos retroalimentaría en relación a lo que comemos. Permítame explicarlo un tanto indirectamente. Digamos, por ejemplo, que alguien conocido entra a una habitación y yo le digo a Ud: "Evítelo, es una mala persona". Lo más probable es que me crea. Nunca llegará a conocerla, comprenderla o profundizar con ella, simplemente por ese juicio inicial. Tal vez se trate de un santo o un potencial buen amigo, pero rotularlo malo detuvo su exploración. Lo mismo ocurre con la comida.

Si en nuestra mente resolvemos que el chocolate es malo, no lo experimentamos en nuestro organismo. Sacamos una conclusión mental sin los necesarios ingredientes fisiológicos. Es como decir que el agua del baño está demasiado fría sin haber introducido un dedo en ella. Cuando se trata de alimento libre de preceptos, tenemos una amplitud que permite el cuestionamiento biológico y la experimentación. ¿De qué modo el chocolate afecta mi nivel de energía? ¿estropea los dientes?, ¿da dolor de cabeza?, ¿me salen granitos al día siguiente? , ¿al rato me siento mal?, ¿algunas marcas son mejores que otras?, ¿existe diferencia en cómo me siento al caminar por la mañana si la noche anterior comí chocolate?, ¿un poco me hace bien pero demasiado trae efectos indeseables?, ¿algunos días me cae bien pero no siempre?...

Prestar atención a la retroalimentación del organismo y estar atentos a lo que comemos, hace que establezcamos conexiones y saquemos conclusiones entre lo ingerido y cómo nos sentimos. Descubrimos información pertinente sobre las necesidades nutritivas, que ningún libro puede darnos. Tal vez aprendamos que algunos alimentos desencadenan efectos deseables en el organismo y otros no. Si una comida causa una mala reacción, sólo basta con no elegirla. No necesitamos rotular como mala ni pecaminosa a aquella persona que la coma. Un alimento bueno para alguien puede no serlo para otro. La comida que concuerda conmigo un día, puede no hacerlo en otro momento.

Hasta podríamos concluir que, si bien un alimento tiene efectos desagradables para nuestra salud, podríamos saborearlo de vez en cuando. Está bien comer algo que sabemos no es lo mejor, en la medida que lo hagamos conscientemente.

Comer con todo el cuerpo

Comer con todo el cuerpo consiste, simplemente, en alimentarse con conciencia y puede hacerse cada día con mínimo esfuerzo y máximo resultado. Es un proceso gradual que incluye cinco de los hábitos básicos y más poderosos que pueden practicarse. Es posible hacerlo bajo cualquier tipo de dieta o ante cualquier clase de problema que se tenga con la alimentación. Comer con todo el cuerpo es efectivo porque ayuda a sortear las trampas mentales y nos lleva de regreso a una de las más importantes fuentes de transformación: el cuerpo.

El organismo es fuente vital de información nutricional por una simple razón: no miente. Brinda información precisa. Si nuestro cuerpo tiene un brazo roto sentimos dolor, si está en la cima del placer sentimos éxtasis. Cuando está exhausto por el ejercicio sentimos cansancio, si tiene hambre nos ordena comer. Cuando está saciado no nos dirá que no comamos, pero lo hará la mente. El cuerpo informa todas esas sensaciones, pero la mente responde a través de sus hábitos y condicionamientos.
En vez de esperar a una crisis de salud, invitémonos a prestar atención a nuestro organismo, cultivemos la sabiduría del cuerpo ahora y aprendamos a trabajar con los cambios que ocurren día a día. Permítamonos practicar estos cinco ejercicios, al menos por una semana, y nuestra relación con el alimento se transformará. Notaremos que estos cambios se reflejan en todo lo que hacemos.

Primer paso:
Que comer sea una decisión consciente

Antes de poner algo en la boca preguntémonos. ¿Tengo hambre? ¿Este alimento dará satisfacción al hambre? ¿Qué cosa me nutriría realmente en este momento? ¿Elijo comer? Una vez planteadas estas preguntas tomemos la decisión. Y recordemos: sea cual fuere la opción, aceptémosla por completo. Si optamos por comer, hágamoslo sin resistencia ni castigo.

Segundo paso:
Preguntar a nuestro cuerpo qué desea

Antes de tomar cualquier alimento sentémonos, cerremos los ojos, respiremos profundamente y vacíemonos de expectativas. Con una mente tranquila y relajada, preguntemos a nuestro cuerpo qué quisiera comer y solicítele que sea específico. Permitamos conectarnos con la sabiduría instintiva del organismo, la parte nuestra que sabe intuitivamente qué resultaría más nutritivo.

Nos sorprenderemos ante las respuestas, o tal vez sintamos que simplemente son correctas. Si queda alguna duda en mente, tan sólo dejémosla estar. Confiemos en que mediante la experimentación entramos en un proceso de aprendizaje, en el que cometeremos algunos errores y tendremos algunos éxitos.

Tercer paso:
Comer con conciencia

Encontremos un momento en que no estemos apurados y podamos dejar de lado las obligaciones. Permanezcamos solos. Cocinemos nosotros mismos una comida que nos dé placer comer. Luego llevemos el alimento a un lugar cómodo donde nada nos distraiga. Sentémonos con la espalda derecha. Permitamos que los ojos se cierren. Respiremos profundamente, dos o tres veces. Cuando nos hayamos relajado, abrámolos y miremos los alimentos. Reconozcamos nuestro deseo de comerlos. Olamos, maravillémonos con ellos, y recién entonces comamos.

Conviene tomar nota de todas las sensaciones en nuestro cuerpo. Percibir la comida en la boca y la lengua. Escuchar el sonido de la masticación. Seguir el camino de los alimentos mientras se deslizan por la garganta. ¿En qué momento desaparecen de mi conciencia? ¿Soy capaz de sentir, momento a momento, los cambios desde la excitación hasta la relajación y anticipación mientras ingiero las comidas? ¿Como lenta y deliberadamente? También conviene no hacer nada durante siete minutos, excepto sumergirnos en la relación entre uno y los alimentos. Es probable que surjan algunos problemas y emociones mientras comemos (miedo, excitación, deseos, confusión, aburrimiento). En cuanto los percibamos, dejémolos pasar. Regresemos a la comida. Entreguémonos en un 100 por ciento a la experiencia de alimentarnos.

Cuarto paso:
Prestar atención a la retroalimentación

Sentémonos tranquilamente luego de la comida. Realicemos diez minutos de respiración lenta y profunda. ¿Presté atención mientras comía? ¿El alimento me satisfizo? ¿Comía demasiado? ¿Lo haría en forma distinta la próxima vez? ¿Más lentamente, más rápidamente? ¿Comería más alimentos? ¿Menos? ¿Otros? ¿Comí demasiado? ¿Me siento pesado? ¿Tengo hambre todavía? ¿Qué faltaría para completar mi comida?
Se sugiere experimentar la sensación de tener alimentos en el cuerpo. ¿Soy capaz de percibir los efectos de la comida en algún sitio en particular: estómago, intestinos, garganta, ojos, senos, lengua, dientes? Puede que tengamos un sentimiento cálido y de satisfacción. Podemos sentirnos ansiosos o flojos.

Registremos toda información que nos llegue y tomemos nota. Si no estamos contentos con lo que sentimos o el modo en que comimos, tratemos de no castigarnos. Relajémonos. Usemos la experiencia como maestra, como método para mejorar las cosas la próxima vez.

Quinto paso:
Soltar la comida

Conscientemente practiquemos el soltar los alimentos. Preguntémonos: ¿qué viene ahora? Y comencemos una nueva actividad. Cuanto más dedicados estemos a una nueva acción, menos vagará nuestra mente hacia la comida. Si tenemos tiempo libre y falta de actividades estructuradas a continuación de una comida, preguntémonos: ¿qué cosa me atraparía por completo en este momento?, ¿qué puedo hacer que sea útil y divertido?

Una vez percibido el feedback proveniente de los alimentos, démonos tiempo para permanecer en él. Celebremos, escuchemos música, charlemos con amigos, miremos por la ventana, leamos un libro, o simplemente respiremos.

En un nivel más profundo esto no sólo representa reconocimiento del cambio sino, de alguna manera, el acto de asimilación. Los nutrientes se absorben a nivel celular y el intercambio continúa a nivel social. ¿Notó alguna vez que la gente se vuelve reflexiva luego de comer? ¿Cómo un bebé lloroso se torna feliz? ¿Cómo las parejas se abren el uno al otro? y ¿cómo los parientes, durante una cena en las vacaciones, se vuelven menos odiosos?

Después de comer, uno ya no es el mismo.

Marc David.

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Version en espanol.
En estos tiempos donde la compasion debe  gobernar nuestras vidas y nuestros dias sean mas armoniosos, llenos de amor incondicional para nosotros mismos y para los demas. Esta oracion es un camino para alcanzarlo

http://www.youtube.com/watch?v=GNi-ss5Xypo&feature=related

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El agua que purifica

L a persona santa es exactamente como el agua debido a que está libre de toda contaminación, es gentil por naturaleza y al hablar crea una hermosa vibración semejante a aquella del agua que fluye. Simplemente por ver, tocar u oír a tal persona santa, la entidad viviente se purifica del mismo modo en que uno se limpia al contacto con el agua pura. Así pues, una persona santa, lo mismo que un lugar santo, purifica a todos aquellos que entran en contacto con ella, por estar siempre cantanto las glorias del Señor".

Así como el agua pura es transparente, la persona santa, libre de toda contaminación, manifiesta a la Personalidad de Dios dentro de su corazón. Tal amor a Dios es la fuente de toda felicidad. El agua produce la vibración más agradable a medida que fluye y forma cascadas; de igual modo, la vibración sonora del devoto puro del Señor, es la más encantadora y hermosa.


La busqueda verdadera

Debemos inquirir acerca de Dios. Pero antes debo indagar: "¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿En que dirección debo ir para acercarme al reino Superior?
Siempre estamos indagando, pero ¿acerca de qué? Ahora debemos abrir nuestros corazones de par en par e indagar acerca de El. Esta es nuestra verdadera necesidad. No podemos evitarlo. Y no podemos.
La indagación acerca de Dios es la más elevada. Es una necesidad natural que existe en nosotros para nuestro propio bien.
Un hombre sensato que no desea engañarse a sí mismo, no puede rehuir la búsqueda de Dios.

La cosa más común de nuestra naturaleza es inquirir acerca de la felicidad. Esta es la pregunta habitual de todos los seres; pero de lo que no nos damos cuenta es de que en el encuentro con el Ser Supremo está la tan anhelada felicidad.

· Progresen en el camino correcto.
· La meta más elevada de toda la creación es alcanzar a Dios.
· Al alcanzar la meta verdadera serán armonizados y solucionados todos nuestros problemas.


"En la actualidad nos encontramos combatiendo en un tierra extraña por un resultado ficticio; pero una dulce onda viene de lo alto para salvarnos y llevarnos a casa.

Lo único que se espera de nosotros es que nos unamos a la búsqueda de Dios y marchemos hacia la región divina. Unámonos a la marcha universal, vayamos de regreso a Dios.


La sabiduría popular afirma que la paciencia es el arte de saber esperar. El problema con esta definición no radica en lo innecesario que es saber esperar, más bien en creer que nuestra actividad principal cuando no podemos acelerar el tiempo es, precisamente, esperar.

Nuestro llamado primordial en la vida es a orientar nuestra existencia total hacia una respuesta a las permanentes invitaciones de Dios a caminar con él y buscar su mover en las situaciones más frustrantes. De esta manera podríamos definir la paciencia como el desafío de disfrutar de la presencia de Dios cuando las circunstancias nos invitan a la preocupación, la ansiedad y el afán.

Considere la siguiente situación, típica de nuestra existencia. Estamos esperando en una fila para hacer un trámite en alguna oficina del gobierno. Hemos entregado los papeles para iniciar el trámite y ahora no podremos retirarnos del lugar hasta que se finalice la gestión. En cierto momento llega un oficial e informa -los presentes ya están molestos- que el sistema de las computadoras se ha caído. Todos deberán esperar hasta que el sistema se habilite de nuevo. De inmediato pensamos en la lista de tareas urgentes que nos esperan en el trabajo. Comenzamos a caminar por el lugar con pensamientos airados contra el gobierno, sus empleados y el sistema al que están sujetos. Cuanto más tiempo pasa, más notoria es nuestra agitación interior y más visible nuestro fastidio. Es acertado afirmar que estamos esperando; pero no estamos disfrutando del momento. Nos hemos perdido de la oportunidad de meditar en Aquel que proclamamos como ¡el ser más importante del universo! DIOS.

Para pensar:

El mayor desafío cuando estamos fastidiados por las «intolerables» demoras que debemos «soportar» es el de aquietar nuestro espíritu. Es nuestra responsabilidad quitar los ojos de las circunstancias y elevarlos a Dios, para saber que él reina soberano en todo momento. La próxima vez que se encuentre en una situación sobre la cual no tiene control, lleve su espíritu a la presencia Dios y deje que él le conduzca junto a aguas de reposo

A veces los días parecen ser oscuros a pesar de tener un sol radiante sobre nuestra cabeza…. A veces las flores parecen marchitas, a veces queremos desaparecer, no queremos enfrentar la vida tal y como es….

A veces el camino parece estar lleno de pantanos y grietas infinitos.
A veces la parálisis nos invade, desarmados completamente caemos en la tristeza, la desilusión, el desgano; sentimos la horrible sensación de no poder hacer nada bien, tomamos caminos de fácil acceso que a ningún lado nos conducen; nos invade la soledad y ocupamos el vacío con gente vacía y el resultado es una lista interminable de momentos más vacíos aún.

Tenemos miedo...pero un miedo creado, impuesto por una sociedad materialista que nos infunde día tras día las ansias por el tener; y es de allí que derivan nuestras mayores preocupaciones y tristezas…. Pues al no tener lo que supuestamente dicen que nos hará felices, nos sentimos frustrados… desanimados,!!
PERO NO ES ASÍ, DETENTE…..Renuncia a esa loca carrera por tener mas y mas….. Mírate por un momento sin esas cosas que supuestamente te hacen feliz...y veras con gran sorpresa que estarias mas feliz sin ellas… no crees falsas necesidades en tu vida…despréndete de esas falsas creencias… empieza hoy mismo, observa como puedes ser feliz sin esas cosas…. La vida esta llena de cosas maravillosas… Descubre que son las cosas más sencillas las que nos permiten estar satisfechos y con una gran sonrisa en nuestro rostro…

Amigos, busquemos la verdadera felicidad, esa que nos dirige hacia nuestro Padre Supremo…esa que nos enseña a llevar felicidad a los demás….pensemos que en cualquier momento, esta oportunidad que se nos ha dado, terminará… así que aprovechémosla,,,, dediquémonos hoy mismo a servir, a buscar, a realizar el verdadero objetivo supremo de la vida….. Sigamos ese sendero que tantos santos han seguido…ese sendero que ya esta marcado por grandes personas que supieron entregar su vida para servir.. para AMAR….

La felicidad es un don que poseemos todos, pero cultivarla y compartirla es un hermoso trabajo que implica esfuerzo, dedicación y tiempo, pero por sobre todas las cosas amor, el sentimiento más hermoso.
que el Amor es el Arte y Ciencia de darles Felicidad a los demás. ¿Y qué es la Felicidad? La Felicidad es Dios, el Bien Absoluto y Eterno; Dios es el Éxtasis Divino, es el Amor Mismo, ¡Dios es Amor!; por lo tanto, no puede haber Amor Verdadero si Él no está en el centro de nuestras vidas...”

¡Cuánta lógica encontré en estas sabias palabras! ¡Cuánto sentido común! Esta era una Gran Verdad.

“Nuestra Felicidad y Perfección está en nuestra relación amorosa con Dios y con los demás. Pero para tener Amor, debemos limpiar nuestro corazón de la ira, de la lujuria, el orgullo, egoísmo, rencor, codicia y de todas las malas cualidades... de otro modo no vamos a poder sentir Amor por nadie y menos Amor Puro por Dios. Pero los Santos Nombres del Señor tienen la facultad de limpiar nuestro corazón y entregarnos todas las virtudes… principalmente las virtudes de Servir y Amar...”

“... El Verdadero Amor según las Escrituras Védicas implica Sacrificio y Servicio. Aquellos que aman de verdad se sacrifican y se dedican a servir a la humanidad y no sólo al hombre sino a todas las entidades vivientes porque Amar a Dios significa Amar Su Creación...”

Dichosa la Vida

Señor, mira ante ti a nuestra familia. Te damos gracias por el techo que nos cobija, por el afecto que nos une; por la paz que en el día de hoy nos ofreces; por la esperanza con que aguardamos el día de mañana; por la salud, el trabajo, el sustento, el claro cielo con que nos alegras la vida; por los amigos que en todas partes del mundo tenemos y por quienes en este lugar nos prestan amistosa ayuda.

Colma de paz, Señor, nuestra pequeñez. Limpia nuestro corazón de latentes rencores. Infúndenos bondad y fortaleza para sufrir y perseverar. Ofensores nosotros mismos, muévanos tu gracia a entender y perdonar a quienes nos ofendan. Ingratos, ayúdanos a soportar con ánimo conforme la ingratitud ajena.

Danos valor, alegría, y sosiego de espíritu. Guárdanos en el fecto del corazón amigo; y ablanda el corazón del enemigo. Ampáranos en todos nuestros sanos esfuerzos, si tal es tu voluntad. Si no lo fuere, danos entereza para que, al sobrevenir lo que nos esté destinado, tengamos valor en el peligro, firmeza en la tribulación, templanza en la ira y las vicisitudes; y hasta las puertas de la muerte, lealtad y afecto los unos para con los otros.

Barro en las manos del alfarero, aspas de molino que el viento anima, hijos del Padre Universal, de Ti, Señor, por el amor de Jesucristo imploramos piedad y ayuda.

Utilicemos todo lo que Dios nos ha dado para un propósito superior. Debemos ser generosos, procurar sacar el mejor provecho de todo lo que tenemos: si somos poderosos debemos proteger a los indefensos, si somos sabios debemos guiar a los ignorantes, si somos ricos debemos ayudar en las emergencias, si tenemos cosas a las que no les damos ningún uso, como ropa, muebles viejos, etc, podemos donarlas para gente menos privilegiada, si somos empresarios debemos ayudar a las personas mas necesitadas a encontrar trabajos estables y con buenos tratos, si tenemos comida en exceso, debemos preocuparnos por darle a la gente que no tiene que comer, si somos médicos conscientes debemos apoyar a los enfermos de bajos recursos y darles caridad de tratamiento gratuito o a muy bajo costo, si somos administradores debemos tratar a aquellos que dependen de nosotros como si fueran nuestros propios hijos y si tenemos que ver con animales, debemos reconocer sus derechos para que no sufran por culpa nuestra.

La generosidad en la modalidad de la bondad tiene muchas facetas, aprende como ayudar a los demás participando en la distribución de comida vegetariana a gente necesitada, repartiendo ropa a los pobres, etc..

Quien no tenga dinero que le sobre, al menos tendrá algún tiempo extra para ayudar a la expandir su servicio a la humanidad



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AUTOSANACION

Publicado por Guía Sanadora miércoles, 13 de julio de 2011 0 comentarios

Cada malestar o enfermedad tiene un inicio, generalmente este es porque tenemos algun problema, sentimiento, pensamiento negativo o hemos actuado de alguna manera incorrecta.
De la misma manera que somos responsables de nuestras acciones, sentimientos y pensamientos. Tambien podemos ser responsables de nuestra cura y de la armonizacion de nuestro cuerpo( fisico), pensamientos(mente) y espiritu (fe). Adjunto un audio libro que trata sobre la auto sanacion, conociendo la raiz del problema podemos actuar y sanar facilmente.

http://www.ivoox.com/hay-una-solucion-espiritual-para-cada-problema-dr_md_480230_1.mp3

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Publicado por Guía Sanadora miércoles, 6 de julio de 2011 0 comentarios

Compartir tus sueños con los demás puede diluir su poder debido a los comentarios negativos que recibas, el que no crean el ti o en tu capacidad de lograrlo, o hasta que te hagan sentir ridículo con tus ideas

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Acerca de nosotros

¿Un ser querido tuyo tiene un padecimiento y quisieras ayudarlo a sanar? ¿Tienes tú una enfermedad y quieres ayudar a tu cuerpo a recuperarse? ¿Tienes un sufrimiento o una pérdida y quieres superar esa situación definitivamente? Todo lo que necesitas es un ACTO DE FE, puedes lograrlo, nosotros seremos tu guía sanadora. Escribenos a: guiasanadora@gmail.com